
En una época donde lo “light”, “sin azúcar” o “cero calorías” es sinónimo de salud, muchas
personas se sienten tranquilas eligiendo productos endulzados artificialmente.
Pero, ¿realmente conocemos el impacto de los edulcorantes en nuestro cuerpo?
¿Qué son los edulcorantes?
Los edulcorantes son sustancias que imitan el sabor dulce del azúcar, pero con pocas o sin calorías. Se usan en productos procesados, bebidas, chicles, proteínas en polvo, suplementos y más.
Se clasifican en:
● Artificiales: sucralosa, aspartame, acesulfame K, sacarina, etc
● Naturales no calóricos: stevia, fruta del monje (monk fruit), etc
● Polialcoholes: xilitol, eritritol (comunes en productos “keto” procesados), etc
¿Qué efecto tienen en nuestra percepción del sabor?
Uno de los efectos más preocupantes es cómo alteran nuestra sensibilidad al sabor dulce.
Los edulcorantes son mucho más potentes que el azúcar. Su uso puede sobreestimular los
receptores del gusto dulce, lo que hace que alimentos naturalmente dulces como la fruta
nos parezcan desabridos.
Esto genera un círculo vicioso:
● Más antojo de productos artificiales
● Menos consumo de alimentos reales y nutritivos
● Dieta más pobre en micronutrientes y fibra
¿Por qué son tan peligroso desde temprana edad?
El consumo habitual de edulcorantes en niños puede:
● Programar el paladar hacia lo más dulce.
● Aumentar la preferencia por alimentos procesados.
● Alterar la relación con la comida y la saciedad.
● Incrementar el riesgo de trastornos metabólicos a futuro.
● Afectar el desarrollo de la microbiota intestinal
● Influir en la salud ósea y crecimiento (porque una microbiota alterada no absorbe bien
los minerales y nutrientes)
Efectos metabólicos del uso frecuente
Aunque no aportan calorías, nos afectan de otras formas:
● Resistencia a la insulina: pueden alterar la sensibilidad a la insulina en las células.
● Disregulación del apetito: confunden al cuerpo y pueden aumentar hambre o deseo
por azúcar real.
● Aumento de peso a largo plazo: asociados a mayor IMC
● Impacto en la microbiota intestinal
Varios estudios muestran que edulcorantes como sucralosa, aspartame y sacarina:
● Reducen bacterias beneficiosas como Lactobacillus y Bifidobacterium.
● Promueven disbiosis y bacterias proinflamatorias.
● Alteran la permeabilidad intestinal (leaky gut).
Este daño en el eje intestino-metabolismo podría explicar efectos secundarios como
inflamación crónica, cambios en el apetito y alteraciones hormonales.
Siempre me preguntan: ¿Qué es peor: consumir azúcar o usar edulcorantes?
No es blanco o negro:
● Azúcar refinada: eleva glucosa, aporta calorías vacías y en exceso promueve obesidad
y diabetes.
● Edulcorantes: no elevan glucosa de forma directa, pero alteran microbiota, apetito y
preferencia por lo dulce.
La mejor estrategia:
● Reducir el umbral de dulzor en la dieta.
● Priorizar alimentos reales, no versiones “light”.
● Reeducar el paladar con sabores naturales.
● Usar endulzantes naturales ocasionalmente.
Alternativa | Notas Importantes |
Miel de abeja orgánica | Rica en antioxidantes, usar con moderación |
Miel de agave | Natural, pero alta en fructosa, usar con moderación |
Fruta del monje orgánica |
Natural, endulza sin calorías ni impacto en glucosa |
Dátiles o plátano maduro |
Buenas para transicionar a alimentos dulces naturales |
Marcadores intestinales y hormonales que analizo en consulta
En mi consulta de InnerBalancing usamos pruebas como GI-MAP o DUTCH Test para evaluar cómo los edulcorantes y otros hábitos alimenticios pueden estar afectando tu salud de forma invisible.
Ejemplos de lo que podemos encontrar:
● En el intestino:
1. Aumento de bacterias proinflamatorias (Enterobacteriaceae, Klebsiella,
Citrobacter).
2. Reducción de flora protectora (Akkermansia muciniphila, Bifidobacterium).
2 Marcadores de permeabilidad intestinal como zonulina elevados.
● En hormonas y metabolismo:
1. Alteraciones en cortisol y eje HPA por inflamación crónica.
2. Cambios en estrógenos y progesterona relacionados con disbiosis.
3. Marcadores de resistencia a la insulina o alteraciones tiroideas exacerbadas por
la disfunción intestinal.
Esto nos permite personalizar la estrategia para recuperar la salud intestinal, optimizar
hormonas y mejorar la salud. “Sin azúcar” no significa sin consecuencias.
Si quieres mejorar tu salud intestinal, metabolismo y hormonas, la clave no es cambiar azúcar por edulcorantes, sino aprender a reconectar con tus señales internas, cuidar tu
microbiota y bajar la dependencia al sabor dulce.
Escrito por Mariana Lozano, Maestra en Nutricion Clinica
Registered Dietitian: 86343843, Datos de contacto: @innerbalancing
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